Las lluvias de estas últimas semanas nos hacian presagiar que el escenario no iba a ser el más adecuado para pescar el exócido.
E como a cabeza non paaaaaaaaaaaraaa....... que son 4 gotas para un galego??? que non se diga!!!
Por el camino ya nos percatamos de que era casi imposible practicar la pesca en los rios porque estaban completamente desbordados y bajaban muy oscuros. Optamos por ir a unas lagunas que tienen lucio pero el rio ya las habia invadido y estaban tambien turbias.
Unos lo intentabamos a spinning y otros a mosca pero el resultado fue el mismo, ni el menor rastro de lucio.
Era tal la cantidad de agua que aportaba el Esla que en un par de horas el nivel había subido sobre un metro y Eloi y Santi tuvieron que darse prisa en salir antes de que se complicase el camino de regreso.

Decidimos cambiarnos e ir a comer y después de una amena sobremesa nos dirigimos al embalse de Ricobayo, pero la situación no estaba mucho mejor y las aguas seguían muy tomadas.
Estuve observando a un señor con unas cañas a fondo y de pronto veo que una de ellas se empieza a mover intuyendo una buena picada. Me acerque a él para obtener un poco de información y para observar al ciprínido. Según me comentó en el embalse hay bastante carpa, barbos, lucio y black bass.

A penas quedaba una hora de luz y decidimos poner punto y final a esta nueva aventura con una foto de grupo.