1ª salida a por lucios

El pasado sabado saliamos de madrugada un grupo de amigos hacia tierras castellanas con un objetivo: pescar el lucio.

Todo comenzó cuando recibí la llamada de Zalo la semana anterior y me propuso esta salida de pesca en la que también estarían Mario y Alberto, con los que ya habia compartido jornadas de pesca en el río. Las risas y el buen rollo estaban aseguradas aunque no lograsemos ningún pez asique me apunte. Además, nunca había pescado esta especie pero si habia y leido mucho acerca de este depredador.

Por la mañana llegamos al lugar elegido por Mario que ya habia pescado lucios en más ocasiones y sería nuestro guía.

El dia a priori no estaba bueno, aunque no llovia, el aire era bastante intenso y eso en principio no les gusta a estos peces pero después de unos cuantos lances fui el primer afortunado en sentir una picada. Se trataba de un luciete pequeño pero senti una gran satisfacción al pescar una nueva especie.

Hay que tener cuidado al manipular estos peces, pues cuentan con una dentadura muy afilada y al menor roce con un diente la cortadura esta asegurada. La mejor forma de coger un lucio es por detras de las agallas, se quedan prácticamente inmóviles.

Llegamos a una zona en la cual la actividad era mayor, y el siguiente afortunado fue Alberto, que consiguio engañar un lucio que no pudo resistirse a un vinilo bien manipulado entre las hierbas y ramas.

Poco después salio este otro de mayor porte. Aunque lo tengo yo agarrado el pescador fue Mario. Y a continuación Alberto consiguió otro ejemplar un poco mayor.

En una bonita zona del río habia una buena entrada de corriente, y detrás de esta una zona remansada que era propicia para albergar un lucio. El lance era bastante largo pero con la cucharilla era posible llegar. Al primera lance no siento nada, en el segundo tengo la sensación de que algo ha tocado la cucharilla y al tercero obtengo la picada que estaba esperando.

Fue el lucio que mas peleo al coger la fuerza de la corriente, sin embargo, con nuestras cañas y el trenzado no tenia nada que hacer. Después de las fotos, volvio al agua.

Alberto consiguió sacar otro lucio de buen porte en esta zona llena de juncos.

La verdad que la pelea con estos peces no es la mas emocionante, pues despues de unas cabezadas se rinden fácilmente. Sin embargo, la picada es espectacular, tremendamente agresiva y rápida.

Aunque más emocionante es un ataque a un paseante. Utilicé el sammy y el x-walk de rapala pero no estaban por la labor de atacar en superficie.

Después decidimos ir a comer unos bocadillos para reponer fuerzas ya que llevabamos toda la mañana pescando.

Luego nos dirigimos a otra zona para pescar un par de horas antes de que oscureciese el día.

Esta vez, Zalo fue el que clavó un bonito lucio después de realizar un lance de gran precisión. Pues estos peces se protegen entre la vegetación y arboles sumertidos y hay que buscarlos muy cerca para provocar su picada.

Con el objetivo más que cumplido, nos cambiamos y nos dirigimos a visitar a un amigo que Zalo que vive en un pueblo que no quedaba cercano.

Si el día de pesca había sido muy satisfactorio, la cena nos ofrecieron en su bodega de vino, no se quedaba atras. Como no podia ser de otra forma, degustamos un tempranillo de prieto picudo que estaba fabuloso.

Cansados pero muy satisfechos, regresamos a Galicia para descansar pues habíamos estado un día entero sin dormir.

Volveremos a repetir la experiencia sin dudarlo.

Saludos